martes, 15 de abril de 2008

Los mensajes importantes nunca llegan a tiempo

Vacío de todo, lleno de nada. Estados intermedios entre sensaciones que van muriendo cada día que pasa; ilusiones que se van consumiendo y se transforman en paja; recuerdos que habitan en lugares ocultos para ambos, o al menos eso creíamos.

Cuando palabras y polillas se encuentran en el aire, deciden cambiar de rumbo y vivir en cualquier parque. Los árboles entonces caen y no hay nada más que hacer. Entonces el sentido se pierde y el cielo decide llorar. El sol saldrá de nuevo, pero mientras hay que ver la belleza del agua. La curiosidad me guía a desenlaces fatales, aunque la razón me aleje de ellos y el corazón me pida ayuda. Tres ingredientes que se transforman en un suculento espagueti que es imposible comer.

Debo hacer una visita a ese paraíso plástico en el que pocas veces he estado. Necesito perderme, es urgente que lo haga. Resurrecciones internas que me veo forzado a acelerar. Las risas se escuchan lejanas, cada vez más tenues... pero me has asegurado que serán eternas. Si no estarás para siempre, al menos conservaré tu regalo.

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