viernes, 21 de marzo de 2008

Mi existencia, como un hilo...

Tuve un sueño extraño, del que no quiero recordar mucho. Lugares estrechos, gente en pena. Eras feliz y lo presumías a veteranas que te pedían más detalles. Te sentías una de ellas sin serlo realmente. Verte me causaba un dolor inmenso, pero a la vez me alegraba que al fin hubieras encontrado lo que estuviste buscando largo tiempo. Oscuridad y fuego. Intenté irme de ahí pero me detuviste, me preguntaste como estaba y lo que había hecho. Ya sabías la respuesta, pero aun así me preguntaste. Mis ojos te respondieron, mi boca se quedó muerta. No se qué pasó después, ni cómo terminó todo... Lo que en ocasiones es frío, en otras proporciona gran calor. Lo que se cree aburrido suele ser interesante. La dualidad y la ira de cada momento, siempre presente. ¿Acaso las palabras se han vuelto inútiles?¿Es que ahora valen más para mí que para ti? Aun así, te ruego jamás calles... me alimento de ellas, de su odio, de su frustración, de su alegría, de su coraje, de su sufrimiento... de todo eso me alimento.

No hay comentarios: