domingo, 24 de febrero de 2008

En mi inconsciencia me destruyo...

Sin darme cuenta elimino mi pasado, arruino mi presente y borro cualquier indicio de futuro. Lentamente el futuro mágico que soñamos alguna vez está siendo reemplazado por los nuevos sueños oscuros y fríos... y aun así podemos rescatar algo de eso, pero... ¿en verdad lo deseamos?

Retazos vitales de información que se han perdido en el infinito de la razón... Escribí aquello en un momento en el que me sentía igual que hoy. Recordé el tiempo y una frase vino desde muy lejos. La busqué, pero no la encontré... y parece que no quiere que la vuelva a ver. Yo no quiero eso, quiero encontrarla.

Desde lejos me gritan "Inoportuno" y no hago más que darme cuenta de lo evidente. Nunca se como proceder y eso va hartando a entes adyacentes. La rutina es mi enemiga y la repetición su hermana... Nunca se consigue suficiente valor para hacerles frente, en cambio te vuelves adicto a la estrechez del tiempo y te agrada sentir sus manos estrangulándote lentamente. Como si jugaras al escapista, de último momento sonríes y te zafas. Pero el tiempo cada vez es más rígido, y es más difícil escapar... y yo sigo siendo un adicto.

Y en el mundo de las cosas invisibles me encuentro con ella de tanto en tanto... y ahí jamás se es la misma persona. No hay paredes para cubrirte de los disparos, no hay butacas cómodas para relajarte, no hay un sol que limite la inocencia de las personas ni mantas para cubrirse del frío. Me lleva ventaja y no contesta mis preguntas... y creo que me estoy acostumbrando a vivir con las dudas.

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