lunes, 16 de marzo de 2009

Deuda de existencia

Iluminado por un mortecino sol, me senté a repasar mi vida...

Descubrí un centenar de sueños incompletos, un torrente de risas extintas, un millar de errores cometidos, cien rostros de quienes fueron mis amigos, y cuatro pilares que sostenían el futuro...

Supe entonces que había ganado y perdido, que había llorado y reido...

Era el tiempo indicado para cumplir la promesa jamás hecha y desechar de un inicio la avaricia que algun día conoceré...

Justo en ese momento recordé que en el antiguo cielo desfilaron ocho lunas, y que en el cielo de ahora aun se encuentran cantando.

No hay comentarios: